domingo, 6 de noviembre de 2011

The walking dead: comentario 2x01

Con mucho retraso y pidiendo disculpas inicio mis comentarios sobre la segunda temporada de The walking dead: disculpas por el mencionado retraso y por todos los errores e incoherencias que podáis encontrar en los siguientes posts. Vaya por delante que no he leído el comic en los que está basado la serie así que cualquier corrección o ampliación a mis comentarios es más que bienvenida.
Debo decir que yo la primera temporada me pareció técnicamente maravillosa y argumentalmente espesa a pesar de durar solo seis capítulos. Es lo que pasa cuando haces un episodio piloto espectacular (soy muy pesada con este tema, lo sé). Así que cuando me enteré de que la segunda temporada tendría el doble de capítulos sentí una mezcla de sorpresa, pereza y ganas bastante indescriptible. El caso es que las ganas vencieron a la pereza por goleada y los 63 minutos de capítulo se me hicieron cortos.
The walking dead es una serie lenta, pausada, pero no por ellose hace aburrida ni pesada. Tiene un gusto exquisito por los planos largos, casi eternos, tanto en su amplitud como en su duración, igual que cuando en la primera temporada veíamos a Rick cabalgar hacia Atlanta, solo ante la amenaza zombie.
Y si los planos son largos, más aun lo son los silencios. Se habla muy poco en the walking dead y a mi eso me maravilla. La unión de estas dos características se ejemplifica en la escena en la que se esconden bajo los coches. ¿Habéis contado cuanto tiempo estamos viendo pies de zombies pasar? ¿Se os ha hecho largo? Porque a mi no y eso demuestra que esa escena como ejemplo de lo que representa la serie, digna de las mejores películas de terror y suspense.
La falta de acción, que si que hay algo, pero poca y a su manera, nos permite conocer mejor a los personajes, a pesar de los escasos diálogos. Volvemos al insostenilble triángulo amoroso que cojea por todas partes...vamos que ya no parece haber demasiado amor por ningún lado. Y al final el que está pagando los platos rotos es el pobre crío que no entiende ni a su madre, ni a su padre y menos aun a Shane al que consideraba su amigo a pesar de ser un adulto y que ahora prácticamente lo desprecia...¡cualquiera se lo explica al bueno de Carl! Y claro, el muchacho necesita hacerse notar, crecer a los ojos de los demás y a lo único que nos lleva eso es a una imprudencia detrás de otra.
Pero claro, ¿cómo no va a cometer imprudencias la criatura? Teniendo en cuenta los modelos a seguir el milagro es que alguien siga vivo en ese grupo. Ahora resulta que el desamor y el despecho va a llevar a Shane a sobrevivir en solitario o eso aspira él...habrá que ver si Lori le permite marcharse sin chivarse o si consigue huir en solitario...parece que le están saliendo pretendientes.

El resto de los adultos no mejora mucho el modelo a seguir para el pobre Carl. Su padre y su permanente uniforme de Sheriff, sombrero incluido, tiene la necesidad de alzarse como héroe del grupo y nos conduce a una de las escenas más desagradables que yo he visto en televisión, aunque no la ejecute él directamente. No os la haré revivir por si estáis comiendo mientras leéis esto; solo diré que era completamente innecesaria...vamos que igual si hubieran seguido buscando a la niña habríamos salido todos ganando. Pero debe ser que la amenaza zombie y la falta de seguridad hace que los personajes no piensen con claridad porque todo el plan de búsqueda de la pobre niña es un poco inútil, poco efectiva...
Y para ser honestos, el avance del próximo episodio no es nada esperanzador para los jóvenes personajes...veremos a ver qué nos depara.

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