Dexter: 6x04 comentario

En serio Dex, tenemos que hablar. No podemos seguir así. Esto no puede continuar enfriándose mientras tu te entregas a...¿la fe? ¿En serio? Aunque sea rodeado por un montón de escepticismo el caso es que cada vez estás más cerca de creer en algo, y eso sí que no.

Pasamos de ver a un Dexter improvisador en sus asesinatos, acelerado, casi histérico, descuidado, a un Dexter calmado, con escenas sin música i ruidos, casi susurrante, confidente...¿Será que no matar es ahora lo que le relaja? Desde el nacimiento de Harrison y más aun desde la muerte de Rita, Dexter es humano, familiar. Sus prioridades han cambiado por completo y ahora se resumen en una: su hijo. Todo lo demás parece secundario. Y cuando digo todo, quiero decir todo; hasta el punto de mezclar a su familia con un sospechoso al que planeaba matar por culpa de una conversación telefónica acelerada a causa de la hospitalización de Harrison. La cara de Debra cuando le ve aparecer es un poema. Así que, por su hijo, Dexter es capaz de perder el control de la situación y casi exponerse ante su familia, víctimas y compañeros de trabajo.

Y hablando de compañeros de trabajo: ¡hay chico nuevo en la oficina! Y no parece que vaya a pasar desapercibido para nadie. Mike Anderson es un hombre recto, disciplinado, serio, culto y tiene toda la pinta de ir a chocar frontalmente con Debra (ya lo ha hecho nada más llegar); veremos a ver si no “chocan” también en horizontal.

Cotilleos aparte nada más llegar aporta su sabiduría con un montón de datos sobre el Libro del Apocalipsis en el que parece que están inspirados los crímenes de los nuevos serial killers de esta temporada.

La trama de los nuevos asesinos sigue sin entrarme, por cierto. Por muy espectacular que sea la puesta en escena de sus crímenes, no entiendo sus motivaciones, actitudes ni si quiera la relación entre ellos. Tampoco los encuentro atractivos para Dexter, es decir para que Dexter investigue por su cuenta y pudiera adelantarse a los acontecimientos para ofrecernos alguno de sus maravillosos planes. ¿Hasta en esto nos están anticipando el final? Entre que Dexter parece una persona desde que no mata y que sus víctimas potenciales no merecen la pena, la serie parece definitivamente otra.

Y si el nuevo integrante de la comisaría de Miami viene dispuesto a poner orden y equilibrio, Angel se encuentra en el punto opuesto concretamente en la más profunda crisis de los cuarenta que se ha visto en televisión desde la de Tom en Desperate Housewives. De hecho nos ha llevado a la misma consecuencia: comprarse un coche que le haga parecer más joven (eso es lo que creerá y querrá él). Ya sabemos lo que viene después; bueno, después ha venido un porro con Quinn, ejemplo donde los haya de inmadurez...no quiero imaginarme la crisis de los cuarenta de Quinn.

Y pobre Masuka que se nos han aprovechado de él. Con las esperanzas que yo tenía puestas en Ryan y resulta que nos hace esto, aprovecharse del pobre Masuka con lo feliz e ilusionado que andaba últimamente creyendo que había ligado. Creo que esto no se lo perdonaré a la chica veloz de Heroes.

Hay que saber cerrar historias Dexter y la nuestra está muy cerca de escribir líneas. Solo te pido una cosa: no lo alargues más, hazlo bien. No te conviertas en mi nueva Prison Break; que cuando hable de ti dentro de cinco años sea con cariño.