Cuando todos pensábamos que nunca iba a poder ser así, Terra Nova nos sorprende con un gran capítulo a un ritmo bastante ágil e historias bastante entretenidas.
ATENCIÓN: A partir de acá spoilers del 1x07.
De la nada cayó un meteorito. Y eso fue el punto perfecto para que el capítulo sea diferente al resto. El meteorito en cuestión lanzó un pulso electromagnético que provocó que se cortara toda la energía y dejo a todos verdaderamente en la prehistoria.
Las historias se dividieron y eso provocó que el episodio no gire primordialmente en un solo tema que a la larga termina cansando. De esta forma Elizabeth se quedó en el hospital tratando de curar a un amigo se Skye que poseía un extraño bicho en su interior, mientras Jim trataba junto con Zoe intentaban salir de “El ojo”, un nuevo lugar en donde se puede ver lo que ellos desean mediante realidad virtual. Josh por su lado ni molestó y Maddy trató de sobrevivir a los dinosaurios en la selva con Reynolds con quién estaba teniendo una cita.
El mejor momento fue sin dudas para Mira y sus Sixers, que llevaron un dinosaurio hasta el campamento como distracción para poder entrometerse en el laboratorio y conseguir la caja que tanto los obsesionaba. El dueño de dicha caja resultó ser ni más ni menos que del hijo de Taylor, que se encuentra vagando por la selva solito y que promete traerle varios problemas a su padre.
Tengo en el fondo (muy en el fondo) la esperanza que la serie siga con capítulos así. Generalmente las series suelen tardar un par de capítulos en encontrar su ritmo. Terra Nova venía amagando con pequeños cliffhangers que prometían con un cambio. La temporada termina en el capítulo trece. Veremos recién ahí si la serie pudo encontrar el tono suficiente para ser entretenida o las ya clásicas presiones de hacer todo con tintes familiares afecta definitivamente al programa.
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