Tras una semana que nos dejó un hilo de esperanza, el pasado miércoles Up all night volvió a decepcionar; y es que la serie de la NBC se ha convertido en una especie de montaña rusa; eso sí, de la zona infantil del parque de atracciones. Es decir, que tiene subidas y bajadas, pero muy descafeinadas, sobre todo las subidas.
Dentro de la catástrofe generalizada en que se ha convertido la NBC: the playboy club ya ha sido cancelada y sus series empiezan a contarse por fracasos. Solo Parenthood parece sobrevivir al desastre por ser la “menos mala”.

Aun así, resulta inexplicable que en sus tres semanas de emisión Up all night haya dado tantos bandazos. Evidentemente, la trama principal se mantiene, pero la única conexión que existe entre los capítulos es que ellos dos siguen siendo pareja y padres de una niña que apenas aparece y que Ava sigue sin encontrarle el punto a su papel o a la personalidad que debería tener un personaje de esas características. Y volvemos, pues, al tema de siempre: ¿qué pasa con los secundarios? Parece como si en la serie hubieran decidido hacer el casting de secundarios durante la emisión y a partir de ahí decidir cual funciona. Y ese experimento, como tal, no funciona.

El capítulo tres ha sido por tanto de bajada en nuestra particular montaña rusa. Esperemos que cambie la suerte y remonta el vuelo en el próximo episodio.
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