El tercer capítulo de Revenge continúa con la tendencia que había iniciado el segundo. Hablábamos de que no decepcionaba pero sí bajaba la intensidad. Pues bien, en este tercer episodio la intensidad sigue bajando, y me refiero a la intensidad global de la serie. Evidentemente Emily se quiere vengar y sigue adelante con su plan elaborado y estudiado, pero si al tercer capítulo ya entramos en la rutina la relación espectador-serie, como cualquier otra relación, se enfría.
Como es lógico no se exige a todas las series que tengan una estructura interna de capítulos tan original como la que gusta hacer a los creadores de How I met your mother o los giros impactantes de Lost, pero tampoco es necesario que sea tan lineal, tan igual en su estructura capítulo a capítulo que podría casi firmarlo un director del discurso clásico del cine americano...vamos, que podría ser un western (estructuralmente hablando, entiéndase).
Me explico: aparece un personaje nuevo que parece estar de paso o visita; Emily le recuerda del pasado, la vemos visionando partes del juicio a su padre en las que este nuevo personaje está involucrado, termina por pedirle ayuda a Nolan o apoyándose en él para lograr su objetivo, se acerca cada vez más a Daniel, tiene necesariamente una escena con Victoria, una especie de lucha por el trono; se ejecuta la venganza; Victoria vuelve a sospechar que algo no va bien con Emily y se acaba el episodio.
Es curioso que, así como parecía extraño que Victoria sospechara de Emily casi sin conocerla, ahora nadie más sospeche que algo raro pasa con ella ya que, desde que ella llegó, no hacen más que suceder desgracias cada vez que alguien se le acerca.
En esta ocasión el plan va más allá y al ejecutarse desde la casa de los Grayson empiezan a sospechar de Victoria y para ello lo acompañan con una sucesión de flashbacks para acercarnos más a la relación que tenía con el padre de Emily. En este punto el espectador conoce más que la propia protagonista y se convierte, por tanto, en el sujeto con más información, al menos de momento (no siempre sucede así). La venganza da por tanto un giro que Emily parece desconocer pero el espectador no: Victoria intentó impedir que se declarase culpable al padre de la joven, algo que puede serle revelado a Emily en algún momento de la temporada, no sabemos si demasiado tarde. Este hecho ha generado desconfianza, más si cabe, dentro del matrimonio aunque ahora es el marido el que desconfía de Victoria y no al revés.
La muerte de Jack, padre, era inevitable, era un personaje que no aportaba nada a la trama. Jack y Declan deben empezar a volar solos teniendo en cuenta todo el camino a recorrer hasta la noche de la fiesta de compromiso. Jack está cada vez más cerca de Emily aunque sigue sin recordarla. Y aquí es donde entra en escena la importancia de Sammy, el pero. Si, señores, resulta que lo que Nolan no consigue, lo va a conseguir un perro que, según nos revelan en este episodio, fue el que eligió el nombre de Amanda para el barco de Jack. Esperemos que el asunto del perro no se les vaya de las manos y termine resultando ridículo.
En fin, que yo sigo teniendo muchas esperanzas en Revenge, pero estas dos últimas semanas parece que los señores de la ABC no quieren ayudarme a defender su nuevo drama.
Muy buenos comentarios que haz hecho hasta ahora de los tres episodios de Revenge.
ResponderEliminarA mí la serie ya me tiene enganchada desde ese primer capitulo y es uno de mis estrenos favoritos de la temporada. Y es que a pesar de que es un poco "soapy" me están encantado tanto los actores como la manera tan "classy" con la que Emily lleva a cabo sus venganzas.
Lo que más me ha gustado de este tercer episodio es precisamente la revelación de que Victoria en realidad estaba enamorada del padre de Amanda. Es una forma de humanizar al personaje de Stowe y darle otra capa más para que no solamente se convierta en la mala malísima de la serie.
Esperemos que la ABC le conceda la temporada completa.