domingo, 23 de octubre de 2011

The good wife: comentario 3x04




Podría dedicar este comentario a un inocente “I love you” o tratar de ignorar como hizo Alicia el “te quiero” más automático de la historia de la televisión. El caso es que este cuarto capítulo de The good wife ha recuperado el ritmo frenético de las mejores series y películas de tribunales.
Cary ha vuelto después de su semana inexplicablemente depresiva con una energía que hace aun más inexplicable aun su actitud del episodio pasado. Me sigue faltando un nexo de unión entre unas cosas y otras. Pero estoy contenta porque a vuelto y lo ha hecho como el abogado cabroncete (entiéndase desde el cariño) que busca en los rincones de la legalidad ganar el caso cueste lo que cueste.
Y no es el único que ha vuelto: la conexión Kalinda-Alicia vuelve a funcionar a pleno rendimiento aunque sea con intermediario que nos impide disfrutar de aquellos diálogos rápidos, eficaces, perfectos. Y, según parece, no soy la única que disfruta de la extraordinaria conexión entre la investigadora y la abogada: Eli quiere hacerse con los servicios a tiempo completo de las dos y para ello pregunta a Kalinda la manera de conseguir poder en el bufete, a quien hay que persuadir para lograr sus objetivos. Will ya se ha cerrado en banda en ese sentido y no parece que vaya a hacer ningún tipo de concesión con ninguna de las dos.
Tanto es así que prefiere incluso ofrecerle trabajo a Celeste, como le requiere Diane, para no tener que depender tanto de Eli. Lo que no se esperaba es que su ex fuera a tentarlo con un trabajo más que apetecible para él. Al final ha triunfado la frase de Will de la semana pasada: “yo he cambiado y ella sigue siendo la misma de siempre” o igual es que ha triunfado el amor...pero no vamos a volver al “I love you” por inercia. O si. ¿qué es un “te quiero” automático? ¿Realmente Alicia no le da importancia? ¿Hasta que punto tiene que creerse los “te quiero” futuros? La semana pasada mentía con palabras hacia su hermano lo que era incapaz de negar con la mirada; esta semana le cambiaba la cara solo con oír a Diane decirle a Will que utilizara sus encantos para contratar a Celeste, pero luego su novio le dice que la quiere, se arrepiente al momento, y ella no le da ningún tipo de importancia...¿en serio? Vale, me había prometido a mi misma no hacer un drama de esto, pero no he podido evitarlo.
Me ha gustado este cuarto episodio. Me ha fascinado la escena de Celeste, Will y Peter: define muy bien lo que se quiere del personaje de Lisa Edelstein, concretamente que sea un grano en el culo para todo el mundo y lo será básicamente para Will y Alicia, sin importarle las consecuencias que conlleve. Espero con ganas su incorporación definitiva, ya veremos a donde y en concepto de qué. Me gustan los finales de capítulo en los que Will y Diane hablan en el despacho (siempre en el de Diane) de cosas importantes; le da un halo de misterio, de que muchas cosas pueden suceder a partir de entonces. Y sucederán porque aunque en ocasiones parezca que The good wife no pasan cosas, todo avanza aunque a veces sea con silencios y miradas.

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