Sangre por sangre
El episodio comienza ampliando la secuencia tras la muerte de los primos de Tuco. En ella, Gustavo tras visitar en el hospital a Hank decide ir a una residencia de ancianos donde se encuentra el señor Salamanca, tío de Tuco. En esta secuencia averiguamos que existe una relación entre ambos anterior y que en cierto modo, la venganza está muy presente. Un plano de agua mezclada con sangre y una frase esclarecedora ("Blood for blood", "sangre por sangre") nos hacen pensar que más pronto que tarde, sabremos más sobre esta relación. Y no nos equivocaremos…
Gustavo cree tener todo atado y bien atado. Es una persona cerebral, que mide cada movimiento que hace, pero ha cometido un error. Un error del que apenas se acuerda, pero que la policía tendrá a bien recordarle. Tras una llamada por parte de la policía de ABQ, el señor de Los Pollos Hermanos acude no sin nervios a la comisaría de la ciudad. Allí le esperan Hank, Steve Gomez y las máximas autoridades de la DEA y la policía de ABQ. Rápidamente Gustavo se percata de qué va todo y su cerebro privilegiado comienza a funcionar. La policía tiene pruebas de la conexión entre Gale y Gustavo, ya que se encontraron huellas de Gustavo en el piso de Gale. Pero como siempre, Gustavo tiene salidas para todo y esta vez no será distinto.
El señor Fring inventa una historia de una beca para aclarar su relación con Gale. Parece del todo convincente, pero existe otra duda por aclarar: su pasado. Gustavo es de Chile pero no existen registros de su vida allí. Y esto sorprende a Hank que se lo pregunta sin miramientos. Y cómo no, otra vez Gus consigue salir airoso tras poner de excusa el régimen de Pinochet y su nula transparencia.
Gustavo cree tener todo atado y bien atado. Es una persona cerebral, que mide cada movimiento que hace, pero ha cometido un error. Un error del que apenas se acuerda, pero que la policía tendrá a bien recordarle. Tras una llamada por parte de la policía de ABQ, el señor de Los Pollos Hermanos acude no sin nervios a la comisaría de la ciudad. Allí le esperan Hank, Steve Gomez y las máximas autoridades de la DEA y la policía de ABQ. Rápidamente Gustavo se percata de qué va todo y su cerebro privilegiado comienza a funcionar. La policía tiene pruebas de la conexión entre Gale y Gustavo, ya que se encontraron huellas de Gustavo en el piso de Gale. Pero como siempre, Gustavo tiene salidas para todo y esta vez no será distinto.
El señor Fring inventa una historia de una beca para aclarar su relación con Gale. Parece del todo convincente, pero existe otra duda por aclarar: su pasado. Gustavo es de Chile pero no existen registros de su vida allí. Y esto sorprende a Hank que se lo pregunta sin miramientos. Y cómo no, otra vez Gus consigue salir airoso tras poner de excusa el régimen de Pinochet y su nula transparencia.
Así que Gustavo sale del despacho y se dirige a sus quehaceres cotidianos. Pero en el ascensor, su nerviosismo aparece y se muestra preocupado. Preocupado porque ve cómo el cuñado de Walter está metiendo demasiado el hocico en sus asuntos. Va a tener que tomar cartas en el asunto. Aunque a alguno no le guste lo que vaya a hacer
Toda la declaración de Gustavo es convincente, pero Hank cree que hay algo que no cuadra. A este puzzle le faltan piezas y él luchará por encontrar todas ellas. Cueste lo que cueste. Caiga quien caiga.
Hank tiene en mente su próximo movimiento y para realizarlo necesita la ayuda de Walter. Su idea es pegar al coche de Gustavo un aparato que graba sus movimientos, para así saber a dónde se dirige todos los días. Y sin la ayuda de Walter le es imposible. Pero Walter se encuentra en una situación difícil, extremadamente difícil. Ayudar a Hank y no levantar sospechas sobre su participación en el negocio, o poner trabas a su investigación para así asegurarse de que Hank no descubra nada. En cualquier caso, no se trata de una situación deseable. Y Walter lo sabe, así que antes de pegar el rastreador, lo consulta con el propio Gustavo en Los Pollos Hermanos. Éste le dice que lo haga, así que lo hace. Pega el rastreador en la parte baja del Volvo de Gustavo. Todo bajo la atenta mirada de Mike, que se encuentra a pocos metros observando la situación.
Walter al ver peligrar su relación con Gustavo se dirige rápidamente al laboratorio y explica que no va a realizar ninguna acción que ponga en peligro a Gustavo y su negocio. Sólo pretende dejarlo claro. Sólo eso.
Acorralado
Walter vuelve al hospital para realizar una prueba rutinaria sobre su cáncer, y aunque no quera mostrarlo, se encuentra inseguro. ¿Su cáncer seguirá en remisión o está yendo a peor? ¿Podrá seguir disfrutando de la familia que tanto quiere o tendrá que dejarlos antes de tiempo? Pero lo sabrá pronto, y en una cena familiar contará que su cáncer sigue en remisión, lo cual no son más que excelentes noticias.
Tras conocer de boca de Hank los avances en su investigación y que Gustavo se encuentra en su punto de mira, decide trasladarse a la casa de Jesse. Allí se muestra muy nervioso por todo lo que le ha contado Hank y urge a Jesse a acabar con su vida. Una vez más, o cae Gustavo o caen todos. Pero lo que creía Walter que era lealtad de Jesse hacia él, se torna en desconfianza tras conocer que le engaña y le da información falsa. Y todo tras leer un mensaje Walter que quizá no debería haber leído. Ahora no puede confiar ni en la persona en la que ha confiado en los últimos tiempos. Aquella persona no es la misma. Gustavo ha conseguido lo que pretendía. Poner en contra a Jesse. Y Walter se ha dado cuenta. A lo mejor lo ha hecho a tiempo. Quién sabe…
Tras conocer de boca de Hank los avances en su investigación y que Gustavo se encuentra en su punto de mira, decide trasladarse a la casa de Jesse. Allí se muestra muy nervioso por todo lo que le ha contado Hank y urge a Jesse a acabar con su vida. Una vez más, o cae Gustavo o caen todos. Pero lo que creía Walter que era lealtad de Jesse hacia él, se torna en desconfianza tras conocer que le engaña y le da información falsa. Y todo tras leer un mensaje Walter que quizá no debería haber leído. Ahora no puede confiar ni en la persona en la que ha confiado en los últimos tiempos. Aquella persona no es la misma. Gustavo ha conseguido lo que pretendía. Poner en contra a Jesse. Y Walter se ha dado cuenta. A lo mejor lo ha hecho a tiempo. Quién sabe…
Todos tenemos un pasado…
Y para terminar este episodio tan espectacular, Breaking Bad nos "regala" otra escena memorable, esta vez un flashbacks que nos aclara un poquito más el pasado turbulento de Gustavo Fring.
Un Gustavo mucho más joven y su socio se reúnen con el cártel mexicano. Allí entre ellos se encuentra el propio Salamanca, llamado Héctor. Hasta ese momento el cártel mexicano controlaba el negocio de la coca, pero a ojos de Gustavo no son más que intermediarios de los colombianos. Es por ello que Gustavo y su socio les ofrecen entrar en el negocio de la metanfetamina. Una nueva droga, mucho más barata de producir, con altos niveles de adicción y totalmente artificial. Al cártel no parece interesarle y decide acabar con la vida de uno de ellos, más en concreto del cocinero de meta.
A escasos centímetros Gustavo asiste al horror en primera fila. Una bala en la cabeza acaba con la vida de su socio, y Gustavo en un acto de ira intenta agredir al asesino, el señor Salamanca. Allí se encuentra Gustavo, tumbado delante de la piscina mirando el cadáver de su amigo mientras el jefe del cártel le dice la razón por la que no acabado con su vida. Sabe su pasado, sabe quién es y de dónde viene. Y le advierte, "ya no estás en Chile".
A escasos centímetros Gustavo asiste al horror en primera fila. Una bala en la cabeza acaba con la vida de su socio, y Gustavo en un acto de ira intenta agredir al asesino, el señor Salamanca. Allí se encuentra Gustavo, tumbado delante de la piscina mirando el cadáver de su amigo mientras el jefe del cártel le dice la razón por la que no acabado con su vida. Sabe su pasado, sabe quién es y de dónde viene. Y le advierte, "ya no estás en Chile".
OPINIÓN
La serie se encuentra en un momento espectacular, emocionante y vibrante. Todo el episodio nos mantiene sin respiración. La escena del rastreador delante de Los Pollos Hermanos es bestial y sobre todo la interpretación del señor Esposito (Gustavo) es de hacer historia. Transmite miedo, preocupación, arrogancia y un sinfín más de sentimientos. Y todo ello hablando lo justo. Una vez más, los silencios son una parte fundamental de esta serie.
Toda la escena final en Mexico es maravillosa. Desde la fotografía, pasando por las actuaciones y terminando con unos planos que dejan boquiabiertos a cualquiera. Se demuestra un mimo excepcional en cada minuto de metraje. Excepcional.
Y lo mejor de todo es que esto no se viene abajo. No hay un momento de respiro y sin duda nos encontramos ante el principio del fin de Gustavo. Por una parte u otra sus horas están contadas. Pero hay muchas más tramas, como la relación entre Jesse y Walter, la investigación de Hank, los problemas para blanquear dinero de Skyler etc.
Nos espera unos capítulos finales soberbios, no me cabe la menor duda. Ya queda menos para terminar esta soberbia temporada.
Hagan sus apuestas, Breaking Bad está más caliente que nunca. Y no hay marcha atrás. Abróchense los cinturones que vienen curvas!
¡Un review muy interesante, ahora ya quiero ver El Negocio 2 estoy intrigada con esta nueva temporada!
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