“It´s called production values”
¿Cuál es el secreto para una buena comedia? Claramente, si hubiese una formula, no tendríamos que sufrir el 90% de la programación que pasa por graciosa en la TV, pero hay algunos elementos, más allá de la “magia” que aseguran que un producto sea solido, y que pase de ser un espacio para que los avisadores muestren sus productos, a algo disfrutable e imperdible.
La sitcom tal como la conocemos, es una bestia complicada: en Argentina en general nos resulta siempre” fresca” por ser una fórmula a la que no estamos acostumbrados. Nuestro humor es de sketchs y todo lo demás son telenovelas que pasan por otros géneros. En EE.UU. es un género propio, al que ya se lo declaro muerto tantas veces como se lo ha revivido desde hace casi 60 años cuando Lucille Ball lo transformó en una forma de arte. Entonces no hay UN secreto, o UNA fórmula, pero si algunas cosas que se saben que funcionan mejor que otras: personajes claramente definidos pero no repetitivos, situaciones absurdas pero que no hagan que cuestionemos la realidad, y de ser posible, el santo grial de la sitcom: hacer que esos personajes únicos se relacionen creíblemente entre sí en el medio de las situaciones absurdas.
Toda esta introducción es para hablar de la comedia que muchos consideran la más reciente señal de renacimiento: Modern Family.
Anoche, con dos episodios nuevos, volvió al aire, fresca de arrasar en la entrega de los premios Emmy. Y debiendo revalidar todas esas cosas buenas de las que se la pone de ejemplo. Y lo hicieron, con creces.
Como lo descubrieran los productores de Friends hace 15 años, poner a todo el elenco, no importa lo numeroso, en una situación común, es oro. Así que los Pritchett/Dumphy se tomaron unas vacaciones en un rancho en Wyoming que sirvieron de excusa para que los guionistas mostraran todo lo que tenían.
¿Personajes definidos? Con una palabra, el cowboy anfitrión los resumió a la perfección, para delicia te televidentes y de los propios personajes (Old timer, Cactus Flower, Hollywood, Bossy… adivinen quién es quién). ¿Situaciones absurdas? Bueno, más de la mitad del elenco arriba de un caballo probablemente amerite ser así descripto, más otras tantas que serian demasiado largas de enumerar. ¿Relaciones entre los personajes? Esto es lo que Modern Family hace mejor que cualquier serie similar. Pelean, se burlan, cometen errores terribles, pero las relaciones son creíbles siempre. Phil adora a Claire y por eso es importante tener la aprobación de Jay. Gloria podría ser una oportunista, pero sinceramente quiere a su marido. Todos son padres humanos, y las preguntas que se hacen Cameron y Mitchell con respecto a que tan idóneos son como padres son mucho más creíbles que todas las situaciones de “gaybys” que se presentan en series mucho más “dramáticas” o “serias”.
Al mismo tiempo, el episodio, como en todo debut de temporada de una buena serie, abre historias para el resto del año (Cam y Mitch piensan en adoptar, las señoritas Dumphy son algo más que “la traga y la tonta” ) y cierran algunas (esperemos que la salida de Dylan sea temporaria, como ya pasó antes: el personaje es un contraste ideal para la relación de Claire y Phil).
Con todo, un episodio rico, que además funcionaria perfectamente como el primero para cualquiera que no haya estado siguiendo la serie (otra señal de una buena sitcom), que nos deja con ganas de más.
¿Más? Bueno, tuvimos más en la misma noche, pero eso lo dejamos para otro posteo.
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