jueves, 29 de diciembre de 2011

Reseña Doctor Who: The Doctor, the widow and the wardrobe

Doctor regresó con su especial de Navidad y nos regalo una anécdota familiar.
Iniciamos con mucha acción, cuando el Doctor tiene que escapar de una nave extraterrestre que esta explotando en el espacio. Con un poco de suerte, logra ponerse un traje espacial y se estrella en Inglaterra 1938.
Ahí la amable Madge, lo encuentra y lo auxilia a encontrar su TARDIS ya que con las prisas el Doctor se puso el casco al revés.
A manera de agradecimiento, el Doctor le dice que cuando ella necesite ayuda, él vendrá con tan solo desearlo.

Tres años después en la Segunda Guerra Mundial, el esposo de Madge, el piloto Reg muere en acción en la víspera de Navidad.
Madge decide posponer la noticia a sus dos hijos Lily y Cyril para que disfruten la Navidad.
Los lleva a la campiña a la casa de un tío, pero para su sorpresa el cuidador de la casa es el Doctor. Que escuchó su deseo.
El Doctor ahora de amo de llaves, les muestra la casa, a la que le hizo modificaciones incluyendo limonada directa del grifo, juguetes y hamacas en el cuarto de los niños.
El Doctor también preparó un gran regalo de Navidad que deja impresionados a los niños.

Por la noche, mientras el Doctor repara su TARDIS, el pequeño Cyril cae en la tentación y baja a abrir el regalo. Descubre que es un portal a un bosque nevado. Con pinos que crean sus propias esferas, que a su vez se vuelven en otras criaturas.

El Doctor y la hermana mayor Lily se dan cuenta de que Cyril se escapo de su hamaca y van tras de él.
Al cruzar el portal, Lily esta sorprendida de estar en un bosque, el Doctor le explica que en realidad es otro planeta en el futuro.
Lily y el Doctor sigue las huellas del niño y de la creatura. El Time Lord se da cuenta que el planeta no sea tan inofensivo.
En la casa, Madge nota que sus hijos no están en su cuarto y después de buscarlos por la casa, ve el portal y se aventura al otro planeta.
Cuando la viuda llega, hay otras personas ahí. Unos mineros del Planeta Androzani (con cameo del comediante Bill Bailey) que han llegado para explotar el planeta. Los pinos son de energía pura y con lluvia acida planean consumirlos.

El niño menor Cyril siguió a la creatura hasta un faro, donde estatuas de madera junto a un cetro esperan a alguien. Cuando el niño se acerca más las estatuas se mueven y tratan de coronarlo, pero lo consideran “débil”.
El doctor llega al faro, y habla con las creaturas de madera que son una raza de extraterrestres, Árboles de Cheem; que tratan de salvar su mundo. Pero necesitan un ser vivo como interface.
El doctor se ofrece como voluntario, pero también es muy débil, sin embargo la Lily, no parece tener ningún problema cuando toca la corona.
Mientras tanto Madge, que tenía un arma, logra sacarles información a los mineros. Ellos le advierten que la lluvia acida matara a todo, incluyendo a sus hijos. Los mineros son teletransportados de emergencia.
Sola y con el poco conocimiento que le aprendió de su marido, Madge vuela la nave de los mineros hasta el faro.
Las creaturas toman a Madge como la persona ideal para guiar su nave. Siendo una mujer con amor de madre, es capaz de soportar el albergar al bosque en su cabeza y pilotear el faro a un lugar seguro através del “vortice del tiempo”.

Para darle dirección y un punto de referencia el Doctor le indica a Madge que recuerde su casa y su familia. Las memorias se ven reflejadas en la nave, desafortunadamente también recuerda el momento en que su esposo murió. Los niños se enteran de la muerte de su padre.
Al llegar a la Tierra las creaturas continúan viviendo en el vórtice y el Doctor y la familia están a salvo de regreso a la campiña.
Madge empieza a explicar a sus hijos como murió su padre, pero el Doctor la interrumpe ya que ha pasado algo muy importante.
En el jardín de la casa el esposo aterrizo confuso de que hace ahí, a lo que su mujer le contesta “Es Navidad, ¿dónde más estarías?”.
En otra paradoja del tiempo, Madge con ayuda del vértice temporal, salvo a su marido.

El Doctor deja a la familia contento de que se reunieran, justo antes de subirse al TARDIS, Madge por fin reconoce al Doctor como al misterioso “hombre espacial” que ayudo hace unos años.
El Doctor le dice que el solo quería ayudar y seguirá con sus viajes, pero Madge le dice que debe ir con sus seres queridos, todo mundo debe estar con sus seres queridos en Navidad.
El Doctor toma el consejo y visita a los Pond. Amy abre la puerta y no esta muy contenta de que pasaran dos años sin saber de él.
Los obstinados amigos se niegan a ponerse sentimentales, pero por fin se abrazan. Rory aparece y lo invita a entrar a la casa a cenar.
Amy le dice al Doctor que todos los años han apartado su lugar en la cena navideña.
El Doctor se queda sorprendido de la muestra de cariño y una lágrima le sale de la emoción sin que sus amigos lo vean. Ahora es un poco más humano.

Una historia bastante simple para venir de Steven Moffat, en donde el Doctor no tuvo gran papel o gran plan. Pero perfecto para sentirse alegre y pasarla bien con la familia.

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