Por primera vez desde que empezó The good wife, el personaje de Alicia no es el más importante del capítulo. Ella sigue presidiendo el título de la serie, pero el episodio ocho de la tercera temporada es un episodio de Will, por un lado, y de Kalinda por otro.
Sí que es cierto que las escenas de Alicia con Diane siguen siendo tensas. La socia del bufete sigue mostrándose seria, incluso cortante con la abogada y ésta intenta mantener la calma y ofrecer su mejor cara en el terreno profesional, pero hay ciertas escenas en las que si viéramos a Alicia de cuerpo entero probablemente le estarían temblando las piernas. Pero con Alicia todo el capítulo un poco alejado de la realidad tenemos a Kalinda en plena acción, haciendo lo que más le gusta y lo que mejor se le da: investigar. Pero investigar, además, adulando y engatusando, tanto a Cary, su favorito, como a su nueva compañera.
Cary debería empezar a plantearse algunas cosas. Lo suyo con Kalinda no va a ninguna parte y eso parece que lo ha entendido al final de este capítulo; lo que no me ha quedado muy claro es la reacción de Kalinda tras el beso. Parece sorprendida de la reacción de Cary que por fin se ha dado cuenta de que su historia con Kalinda es una misión imposible, al menos de la manera que él lo ve.

Lo que une a estas dos mujeres en un primer lugar es el caso de Will. Kalinda investiga qué quieren realmente desde la oficina del fiscal, es decir, Peter, del pasado y el presente de Will. Al principio parecía que querían ir a por Will para uno de sus mayores clientes por sus “otros” negocios, pero Kalinda le trae una nueva información a Will: parece que la intención de Peter es ir directamente a por él por unos supuestos favores por parte de algunos jueces amigos. Al final resulta que lo personal y lo profesional se unen, vamos que chocan frontalmente hasta hacer que Will y Alicia se planteen si realmente merece la pena seguir adelante con su relación.
La que no cambia su actitud es Jackie convirtiéndose, si no lo era ya, en el personaje más odioso y odiado de la serie. No solo intenta educar a sus nietos, sino que espía a Alicia, su intimidad, su habitación y hasta su ordenador, bueno, esto último solo lo intenta. Pero con sus nietos parece que va a tener mucha tarea.

Así que tenemos un capítulo de The good wife en el que “la good wife”no es la pieza angular del episodio y aun así no solo se sostiene sino que da un salto de calidad en el desarrollo de algunos de personajes. Sí, ya se que mi debilidad por Kalinda es demasiado obvia, pero no lo puedo evitar.
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