A falta de un capítulo para terminar la temporada y tras el intenso final del episodio anterior en el que nos enterábamos que Violet había conseguido finalmente suicidarse, arrancamos con otro flashback, esta vez en 1984, con un Tate más joven, todavía un niño pero con Nora que ya rondaba por el sótano de la casa, buscando a su bebé.
Mientras tanto, Ben está harto de que Violet no salga de casa y se la lleva a la fuerza en el coche para recoger a su madre en el asilo, del que saldrá, una vez solucionado el asunto de la violación. Lo que no sabe Ben es que la propia Violet se queda en casa, atrapada como todos los que han muerto allí. Hablando de esta situación eterna con Tate se topan con Chad y Patrick que están preparando la habitación para los gemelos, ya que ellos también planean quedarse con ellos. Violet tiene que impedir que hagan daño a su madre y para ello acude a Constance y a su amiga medium, intentando encontrar una manera de librarse de la pareja de chicos.
Según la medium necesitan tener un objeto de cada uno de ellos y echarlo al fuego recitando una palabra mágica. Para conseguir el anillo de Patrick, Tate se le insinúa descaradamente, pero solo consigue llevarse una paliza, mientras que Violet consigue hacerse con el Rolex de Chad. Al echarlos al fuego, es sorprendida por Chad que no se cree nada de la charlatanería de la medium como se comprueba cuando Violet intenta deshacerse de Chad.
En el hospital, Vivien le pregunta a Ben por Violet y él contesta que en algún momento se habrá bajado del coche ya que al final no vino. El médico que atiende a Vivien informa a Ben que algo va mal con los bebés ya que uno de ellos, el bebé Alfa, está devorando el alimento del otro que está muy desnutrido y menos desarrollado.
Y tanto que algo va mal... Cuando llegan a casa, Vivien no quiere entrar y espera a Ben en el coche, pero empieza a ponerse de parto y Constance que oye sus gritos, la mete a la fuerza en la casa.
Todo está listo para empezar con el parto: El doctor Charles Montgomery y las estudiantes de enfermería para ayudarle, los gemelos rompiendo el coche de Ben para que no pueda huir y dejando a la casa sin luz y mientras tanto Violet intentando ayudar a su madre para que nadie se quede con los bebés...
El bebé de Ben nace muerto pero aún queda el hijo de Tate por nacer. Y este sí nace en plena forma pero debilita mucho a Vivien que termina muriendo, alentada por Violet a unirse a ella en el otro lado.
Constance va a lavar al bebé y Moira se acerca para decirle que es precioso. Ya tienen lo que querían, ¿o no?
Chad desde luego ya no luchará por los gemelos, al enterarse durante la pelea de Patrick con Tate que odiaba estar unido a Chad por toda la eternidad por culpa de Tate. Esto hace que Chad abandone la idea de ser padre. Pero ¿ha dejado la casa?
Y es que Tate ha sido el gran culpable de muchos de los asesinatos ocurridos en la casa (y en el instituto). Violet se entera por Chad de que él fue el que violó a su madre y decide enfrentarse a Tate con la verdad. Tate sigue sin recordad nada o eso nos hace creer pero Violet no está dispuesta a perdonárselo y quiere hacerle pagar. Convoca la propia frase que Tate le enseñó ("¡Vete de aquí!") para echarlo para siempre de la casa.
Pero ahora ya no estará sola: Vivien está con ella...
¿Qué pasará ahora con Ben? Él, que ya ha empezado a ver cosas raras en la casa y después del parto está cada vez más convencido que algo va mal allí, ¿aguantará? ¿Podrá recuperar a su bebé?
Sabemos que Nora tiene al bebé que nació muerto pero ¿Y Hayden? ¿No quería a uno de los gemelos para cuidarlo junto a Ben?
En el último episodio asistiremos al climax de lo que ha sido una estupenda temporada con muy pocos momentos bajos y las nominaciones como mejor serie dramática y de Jessica Lange a los Globos de Oro, no hacen más que confirmar que nos encontramos a una serie única. Nos vemos en el último episodio.
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