domingo, 25 de diciembre de 2011

Dexter: 6x07 comentario





El séptimo episodio podría calificarse como el de “el viaje de Dexter”. Y cuando digo viaje no me refiero exclusivamente al road trip que hace con su hermano, sino mas bien a un viaje interior en su vida de asesino en serie.
La (re)aparición de su hermano, como ya vimos en el capítulo anterior, nos devuelve a un Dexter más agresivo de lo normal, más descuidado, más espontáneo en sus acciones. Y con todos esos adjetivos y su hermano de copiloto, emprende su viaje a Nebraska y a la búsqueda de su verdadera identidad. Tampoco es de extrañar que se vuelva un poco loco: nada mas cometer su último asesinato (lleno de rabia y sin ningún tipo de preparación) se entera de que Trinity ha vuelto. Evidentemente él sabe que no ha vuelto realmente, pero solo la idea de escuchar su nombre nos devuelve a Rita (sweet Rita) y remueve tantas cosas que hace inevitable el viaje de Dexter para conocer la verdad.
Si en el capítulo anterior decíamos que el padre representa la conciencia de Dexter (conciencia asesina, pero ordenada según unas normas) y que su hermano es todo lo contrario, el matar por matar, la improvisación, locura...en este capítulo queda más que claro.
Es cierto que llevo semanas pidiendo a gritos que el Dexter de antes volviera, pero tampoco éste, el que quiere su hermano, es el Dexter de antes. Por eso me ha gustado mucho como han estructurado este capítulo para que viéramos en viaje de ida que hace con su hermano, todas las locuras e imprudencias que en él comete y cómo al final del todo se da cuenta de que eso tampoco es lo que él quiere. Le dice a Jonah que lo que tiene que hacer es perdonarse a si mismo, “atropella” a su hermano y en su camino de vuelta recoge a su padre (desaparecido últimamente) en la carretera. ¿Y qué dice Harry? “Welcome home”. Pues eso, Dexter ha vuelto al hogar, es decir a seguir los consejos de su padre que es el que le ha llevado todos estos años a lo que es.
Y mientras todo esto sucede, Debra en Miami se sube por las paredes: su hermano se toma excesivas confianzas y desaparece, Laguerta sigue con su personalidad inexplicable y cuando parece que te da un consejo, al siguiente minuto te está dando una patada y encima las estadísticas no favorecen a la nueva teniente para tener a los jefes contentos.
Menos mal que Quinn ha vuelto a su “yo” normal para disculparse. En una escena larguísima Quinn vuelve a ser el chico normal del que Debra se enamoró y pide perdón por todo lo malo que ha hecho últimamente (quizás por eso la escena es tan larga) y termina con beso; con un beso de esos que marcan la ruptura, un beso literalmente de despedida. Así sí, Quinn.
Si en las tramas personales Dexter sigue en su línea e incluso a veces mejorando, en las profesionales no puedo decir lo mismo. Capítulo tras capítulo reitero mi poco interés en ese señor “the proffesor” que dice que llega el fin del mundo y todas esas cosas...no me parece un serial killer atractivo, ni para el espectador, ni para Dexter. Al menos vemos que la investigación ha dado un paso más y estamos un poquito más cerca de resolver el caso...o eso parece.
Dexter vuelve a Miami con un compañero de viaje distinto al que partió con él hacia Nebraska así que tenemos que suponer por tanto que el Dexter que regresa tampoco es el mismo que se fue.

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