The good wife: comentario 3x10

Los dramas nunca acaban para Alicia. Presiones laborales, ex marido que busca venganza y ahora para colmo se le “desaparece” Grace. Y algo mucho peor: parece que Peter ha ganado la primera batalla; Alicia llora y Will parece mantener la compostura ante ella y ante Diane. Solo Kalinda parece ser su confesora, su amiga, confidente de bar que es lo que más le gusta a ella: beber y escuchar e incluso a veces preguntar. Eso sí, hablar de una misma ni pensarlo.

Y es que Will tiene subidas y bajadas en este capítulo. Se ve capaz de formar una familia, presentarse a los hijos de Alicia y formar parte de sus vidas y de repente, adiós relación. Punto para Peter, que no va a conseguir, ni creo que aspire a ello, una reconciliación con su mujer, pero al menos ha conseguido alejar a Alicia y Will.

Aun así parece que Will no piensa rendirse y aprovechándose de la debilidad de Eli en el bufete. Acostumbrado a trabajar solo, por su cuenta, y a no contar con nadie, de repente se encuentra aislado, sin clientes y Diane le recomienda que empiece a socializar con el resto de miembros de la firma. Así que se presenta en el despacho de Will y éste ve la ocasión para aprovechar la influencia de Eli sobre Will para tomar ventaja en las investigaciones que puedan estar llevándose a cabo sobre él.

De triángulo amoroso a triángulo amoroso y tiro porque me toca. Kalinda, Dana y Cary siguen con sus asuntos. Bueno, en realidad Cary no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor. Dana y Kalinda siguen con su guerra psicológica/flirteo y con ello nos llega la, probablemente, mejor frase de la temporada: “When I flirt, I follow through” Esta frase le suelta Kalinda a Dana dejándola completamente helada. Porque sí, tienen una especie de guerra psicológica en la que las dos son conscientes de sus habilidades con el resto de la gente. Dana le deja claro a Kalinda que se está acostando con Cary diciéndole que él habla de ella (de Kalinda) en la cama, cosa que a la investigadora le trae sin cuidado. 

Pero claro, Kalinda es capaz de llegar más allá y Dana no. Las dos flirtean para conseguir lo que quieren: con terceras personas y la una con la otra. Dana utiliza la excusa de Wiley, el nuevo investigador que se pretende contratar desde la oficina del fiscal, para volver a reunirse con Kalinda. No se sabe muy bien lo que quiere Dana: usa sus “armas de mujer” pero con Kalinda no puede, porque en ese sentido no está a su altura. De hecho, si nos fijamos en la escena el propio juego corporal de las dos mujeres reflejan una posición de superioridad por parte de Kalinda que parece estar incluso sentada un poco más alta que Dana, mientras ésta mira más a la mesa que a su acompañante y sus hombros están más caídos que nunca. Esta batalla la has perdido, chica.

En lo que nunca defrauda The good wife, bueno a mi nunca me defrauda en nada, es en la elección de sus artistas invitados. Michael J. Fox es ya un viejo conocido de la serie, pero no por ello deja de sorprendernos en cada actuación y pide a gritos más protagonismo en los siguientes capítulos. Tiene una química especial con Alicia, desde el primer día, y los dos personajes crecen cuando están juntos en escena. Eso sí, crecen enfrentados así que que se vaya olvidando de contratar a Alicia para su firma, tendrán que verse en los tribunales y uno a cada lado para deleite de los espectadores.

Pero este décimo capítulo nos ha dejado también la colaboración especial de Jennifer Carpenter. Igual es que yo veo cosas donde no las hay, pero si ya en capítulos pasados, con otros invitados, decíamos que The good wife tiene por costumbre hacer algún tipo de guiño a trabajos anteriores de esos invitados, en este capítulo vemos todo lo opuesto a Debra Morgan y, qué queréis que os diga, me ha llamado infinitamente la atención. Ni una sola palabra malsonante, conservadora, religiosa, profesora universitaria, educada, correcta, seria...no he podido más que reírme al ver la situación. Y sí, ya sé que es actriz y en el futuro hará papeles que nada tengan que ver con su paso por la comisaría de Miami, pero justamente ese papel en este momento a mi me sonó a guiño. Magistral, como siempre.

Lo más probable es que ese guiño estuviera solo en mi cabeza y sirviera para evadirme del drama del resto del capítulo. Kalinda y Alicia vuelven a encontrarse y a verse en la necesidad de dirigirse la palabra aunque fuera por un segundo y lo hacen, por parte de Alicia, de una manera seca, brusca y casi maleducada. Y mi corazón se rompe, claro. Y eso que Alicia no había vivido aun el resto de drama que le deparaba el capítulo. Poco les ha durado el amor, o más bien la relación, porque el amor sigue, claro y mi cabeza piensa que alguna escena nos queda por ver de Alicia y Will “queriéndose a escondidas” durante esta temporada.