Diane ha verbalizado todas las miradas tensas de las últimas semanas: “deja de acostarte con su mujer”, le espeta a Will en la azotea. Antes de eso, otro capítulo cargado de triángulos amorosos: Peter, Alicia, Will; Cary, Kalinda, Dana, conversaciones, miradas, despecho, venganza y algo de amor seguramente también.
Peter ha decidido abandonar el tema Bishop y atacar directamente donde duele. Y donde duele es Will y por tanto el bufete y por tanto Alicia; no necesariamente en este orden los daños. Ahora en la oficina del fiscal parece que todos están contentísimos con sus venganzas: Dana y su nuevo, gran trabajo fallido, Cary y su eterno despecho hacia el bufete, Peter y sus celos...y para llevar adelante la investigación y básicamente para que se note un poquito menos quien está detrás de todo esto ha decidido contratar a...¡sorpresa! Wendy Scott Carr. ¿En serio? No entiendo nada. ¿En qué momento de su vida esta mujer decide que quiere trabajar con la persona que arruinó su carrera metiéndose en su vida personal? ¿También tiene algo oculto contra Alicia, Will o Diane? No lo entiendo muy bien, pero alguien tenía que hacer el trabajo sucio,¿no? El caso es que se pone manos a la obra y se reune con Diane para dejarle las cosas claras sobre el caso. Y claro, acto seguido Diane agarra a Will y lo sube a la azotea y se lo suelta, tal cual.
Y mientras Alicia aislada de todo eso en un nuevo caso. ¡y qué caso! Si normalmente estamos acostumbrados a que el caso que ocupa a los abogados sirva como hilo conductor de las tramas personales pero no sea realmente lo importante del capítulo, The good wife vuelve a dar un golpe sobre la mesa en cuanto a calidad de guión abordando un tema tan controvertido y polémico como la muerte de civiles durante las acciones militares estadounidenses en Oriente Medio. Y lo trata como algo normal, no que sea normal que mueran civiles (que podría decirse que es lamentablemente habitual más que normal) sino que lo tratan como un caso más de todos los que le llegan, sin ningún tipo de problemas con incluir este tipo de casos en la serie. Un punto más para The good wife.
Pero Alicia cuando vuelve al tema personal vuelve con fuerza: la semana pasada descubrimos a Jackie espiando a su nuera, pero esta semana es ella misma la que descubre a su suegra. Y su reacción es magistral, como siempre: sin perder la compostura, sin gritos, recta, seria, firme, perfecta.
Y hablando de perfecciones, me voy a permitir dedicar las últimas líneas a mi predilección de esta serie: Kalinda vuelve a tener escenas con Dana y mucha más química con ella de lo que Cary tendrá en toda su vida por mucho que sea él quien se la lleve a la cama. Dana se parece mucho a Kalinda, está claro. Sabe lo que quiere y utiliza sus armas para conseguirlo; aunque llega a unos acuerdos con Kalinda que no llevan a nada, porque Dana le pide a Kalinda que le consiga una cita a Wendy con Diane pero luego se presentan en el bufete sin mediación de la investigadora ni nada. Vamos, que lo que interesa es que haya escenas y más escenas de Kalinda y Dana con esas conversaciones cada vez más intensas que se quedarán, de momento, en eso; porque por mucho que se empeñaran durante medio minuto entre escena y escena en hacernos creer que las dos chicas estaban juntas en la cama, ni por un minuto se me pasó por la cabeza que eso estuviera ocurriendo. Pero bueno, todo llegará, y mientras tanto, podemos disfrutar de sus noches de copas, risas y miradas. ¡Ya quisiera Cary, ya!
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