domingo, 8 de enero de 2012

Dexter: 6x10 comentario



Después del bombazo del capítulo anterior la trama sigue avanzando hacia el final. Normal, quedan solo tres capítulos y el desenlace se nos echa encima.
Siempre me ha parecido importante que Dexter encuentre algún tipo de vínculo o relación con su objetivo. Travis se presumía una víctima potencial aburrida y sin interés para el espectador, quizás porque hasta ahora había tenido un papel secundario a la sombra del “profesor”. Ahora que sabemos que él es el verdadero protagonista de esta locura hemos unido todos los puntos para formar el dibujo completo y perfecto y sí, Dexter se parece a él mucho más de lo que pensábamos y de lo que él mismo creía:
su hermana, por ejemplo; es curioso cómo Debra dice que la hermana de Travis lo consideraba una persona normal, sin ningún tipo de problemas y que creía que lo conocía bien. Sí, justo Debra es la que tiene que decir eso. Hay hermanos capaces de ocultar ese tipo de cosas al parecer.
Y por otro lado la frase más divertida de la temporada pronunciada por Harry. Con Dexter encerrado y observando a Travis “hablando” con el profesor le suelta a su hijo lo irónico que resulta que hable con muertos como si estuvieran allí. Definitivamente Dexter y Travis se parecen más de lo que todos pensábamos y más de lo que Dexter hubiera querido. En eso hay que darle un premio a Travis: nos engañó a todos y engañó a Dexter que está mas que cabreado con el asunto y promete no volver a confiar en nadie más que en si mismo a partir de entonces...quizá demasiado tarde, ¿no? La historia de Travis ha sido otro claro ejemplo de la debilidad de Dexter esta temporada y la debilidad de la temporada en si misma y lleva al protagonista a una...¿rendición? Se rinde en su búsqueda en solitario y avisa a la policía para que acuda al barco...eso no lo habíamos visto nunca. Travis le ha sacado de quicio, no al nivel de Trinity claro, que le robó algo más importante que la dignidad, pero ha sido una derrota en toda regla.
Y mientras en la comisaría de Miami, que parece un mundo completamente paralelo al de Dexter, el personaje de Louis sigue avanzando con pasos agigantados hacia el papel de psicópata obsesivo y yo me cabreo con los guionistas incapaces de crear un personaje sin lado oscuro. Y Debra con sus cosas, sigue en terapia para no volver la cabeza más loca a su hermano y en el papel profesional se vuelve a meter en problemas. Como ya sospechábamos había algo más en el caso de la prostituta muerta por sobredosis. Y ese “algo más” no es otra cosa que su jefe metido hasta el cuello. ¿Y qué hacemos ahora Debra? Matthews quiere reunirse con ella y la pequeña de los Morgan tiene ahora una difícil decisión que tomar. El hombre que la ascendió y que la trató como una hija, su protegida, sobre todo después de la muerte de su padre se ve ahora envuelto en un asunto que le puede traer graves problemas personales y profesionales. Todo son problemas para la pobre Debra.
Bastante tenía ella con no poder resolver el caso del “fin del mundo”, ahora su jefe la pone en un aprieto y Angel se mete en la boca del lobo. Quinn abandona su puesto y deja solo a Angel que va directo a casa de los “seguidores” de Travis. Otro pobre que no gana para disgustos.
Y así estamos, a dos capítulos del final, Dexter mata por equivocación e hinca la rodilla en el suelo buscando ayuda en la policía, Angel tiene un cuñado con pinta de no haber roto un plato en su vida pero con un trasfondo de locura impresionante y Debra solo tiene complicaciones...una detrás de otra. Igual que se acabara el mundo no era una mala solución después de todo.

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