Las chicas finalmente han decidido trabajar para Sophie. Porque como ya hemos visto, resulta que Sophie no era una Madame, sino una señora un poco excesiva que regenta una empresa de limpieza. Caroline y Max ven en este nuevo trabajo una manera de hacer más dinero para su empresa de cupcakes.
Sophie va a buscar a las chicas al diner y conoce a Oleg. Ucrania quiere invadir Polonia, pero Sophie es una mujer de armas tomar y despacha a los comentarios soeces de Oleg en dos patadas: tratándole como a un perro.
Sin embargo, hablando con Max, en la que Sophie ve potencial, no cree que Caroline tenga las mismas aptitudes que ella para triunfar e incluso la ve como una traba para que el negocio de Max florezca.
Como prueba las chicas deben limpiar el apartamento de Sophie y Caroline lo hace fatal. Después del día de trabajo, se queda dormida en casa y se le queman los cupcakes que tenían apalabrados para una fiesta, teniendo Max que hornear más. Esto hace que se replantee si realmente Sophie podría tener razón.
El primer encargo de las chicas es limpiar un apartamento lleno de modelos pero si bien el primer apartamento es de un modelo un poco entrado en carnes, en el que discuten por quién haría el baño (con el consiguiente desastre de Caroline a la que se le sale el agua por la taza) en cuanto entran en el apartamento de un modelo de Abercrombie & Fitch estalla la guerra por quién despertará al guapo muchacho.
Pero parece que el chico no quiere despertar, se han pasado con el alcohol y las pastillas y las chicas empiezan a enloquecer. Aparece Sophie que aprovecha para intentar reanimarlo con sus particulares métodos. Una de las escenas más hilarantes del episodio.
Finalmente Caroline, acostumbrada a que una de sus amigas ricas hiciera sobredosis, se pone manos a la obra para que el chico recobre la consciencia y lo consigue.
Max debe admitir finalmente que se complementan a la perfección y que cada una de ellas es buena en algo, por eso el negocio que tienen juntas tiene que prosperar.
A estas alturas la serie ya está totalmente afianzada e incluir el personaje de Sophie (que promete muchas risas en sus enfrentamientos con Oleg) es todo un acierto. La serie sigue gozando de buena salud en EEUU y las audiencias acompañan a este humor que no es tan blanco como el de Modern Family y sí un poco más chusco pero que parece funcionar muy bien de cara a los espectadores.
Subscribe
Follow me!
No hay comentarios:
Publicar un comentario