La nueva
temporada de esta serie arranca con aparente “paz”. Por lo tanto el Papa
Rodrigo Borgia comienza a armar su venganza contra aquellos que conspiraron
para destronarlo y/o asesinarlo. Y para esto contara con sus hijos, en
realidad, con su hijo Cesar. Por ejemplo,
a través de un monaguillo (que luego será enviado a nadar con los peces, cortesía
de Micheletto) envenenan al ex Cardenal Della Rovere, pero sin matarlo, para
darle simplemente una advertencia, recordatorio, de lo que le puede pasar si
“molesta”.
Mientras
tanto, el Papa organiza un gran fiestón para el pueblo que conmemora una fiesta
pagana, lo cual supone un gastadero de dinero importante y la histeria de los Cardenales.
Los capítulos emitidos hasta ahora nos muestran a un Papa que pretende estar
mas al tanto de lo que le pasa a su pueblo, “descubre” que hay una pobreza extrema
y por lo tanto intensifica ciertos controles en lo que respecta al destino de los
fondos.
Aparece un
nuevo personaje, el de un aprendiz, que en realidad es una mujer, Vittoria, y
como a cada mujer que camina, el Papa le quiere mostrar la “habitación
principal”. La amante, Giulia Farnese, es consciente de que en sus viajes
Rodrigo no duerme solo, pero en este caso, lo toma como una verdadera amenaza y
hasta le pide consejo a la ex mujer de este sobre como comportarse. Podría
decirles que pasa, pero mejor véanlo.
A todo
esto, de alguna manera, Paolo, el padre del hijo de Lucrezia llega a Roma. La
encuentra y a pedido de esta, Cesar arma una cita clandestina en la casa de su
madre. Por supuesto, el nefasto Juan que pelea con su hermano cada vez que
puede a pesar de los pedidos de su padre, se entera de esto mediante una
prostituta (otra alma ajusticiada por Micheletto) y monta en cólera. Ni que
decir que esto no va a terminar bien. Por suerte para nosotros, Juan es enviado
a España a buscar esposa, no sin antes sufrir un “accidente” pero esta vez de
la mano de su hermana (personaje tan ángel/demonio que cada vez me esta
gustando más, al margen de cómo este actuado, de las exageraciones, del
vocabulario, etc.). Además, la relación entre los hermanitos cariñosos esta
cada vez más al borde del incesto, y quizás, con Juan afuera, esto se concrete.
En Nápoles
reciben la visita de los primos Sforza, sedientos de venganza después de los
problemitas que generó Lucrezia, y buscando aliados. Como el Rey de Francia no
está muy contento con el Papa tampoco, aún enfermo y en compañía de su famoso cañón, decide viajar a Roma pero no sin
antes buscar, torturar, liquidar y finalmente embalsamar al Principe Alfono. Por
supuesto, el siempre fiel Micheletto está en donde debe estar y gracias a su
informante, llega a Roma unos días antes que el Rey y su ejército para advertir
a tiempo a Cesar.
“We´ll
fight FIRE with FIRE” y anda y construíte unos 100 cañones… Ese es el mensaje
del Papa a Cesar. Por supuesto, el/la aprendiz, le dice que es imposible de
lograr por falta de tiempo y bronce. Y entre estos dos arman un pequeño engaño
que (Thank God!) funciona.
Igualmente
hay otra amenaza, Della Rovere esta en Roma, recluido en un priorato, planeando
el asesinato del Papa. Y en el caso de que la legión francesa no lo logre, este
intentará su plan para liquidarlo.
Esto es más
o menos lo que vimos en los primeros 3 capítulos. Insisto en que Cesar y
Micheletto son lo mejor de esta serie. Veremos que ocurre en los próximos
episodios…
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