Y todo se sigue complicando... Trataré de relatar un poco lo que pasó, sin mucho análisis ni opinión porque tantas vueltas me generaron un poco de conflicto para armar una reseña como corresponde...
Linden y Holder continúan con la búsqueda del hombre
con el tatuaje extraño. Con el tiempo lo identifican como Alexi Giffords, un
joven abandonado de bebé, que vivió en hogares sustitutos durante 10 años. También
descubren que vive a solo unas cuadras de los Larsen.
Para saber un poco más, Sarah le pide ayuda a su
asistente social para acceder al legajo del chico. Finalmente lo consigue y
averigua que el padre del chico ha sido asesinado, supuestamente, por Stan
Larsen cuando este trabajaba para la mafia. Justamente están vigilando a Stan
porque comienzan a preguntarse si este no esta trabajando para Janek devuelta.
Vigilan a Alexi hasta que consiguen arrestarlo, pero
el teniente Carlson les da solo 8 horas para obtener una confesión. El chico se
niega a hablar pero niega cualquier implicación en la muerte de Rosie. Mediante
un análisis al teléfono celular descubren que Rosie le dejó un mensaje asustada
y se dan cuenta que estaba en problemas, o por lo menos ella asi lo creía. Cuando
lo liberan, Alexi les confiesa que Rosie también había averiguado un secreto
familiar y estaba enojada con sus padres, sobre todo con su madre, por eso.
Stan no sería el padre biológico de Rosie. Deciden visitarlo y consultarle esto
y el les dice que nunca supo quien había dejado embarazada a Mitch, ellos se
habían separado un tiempo y cuando volvieron ella estaba embarazada pero nunca
quiso hablar del asunto. Sarah le asegura que Alexi no tuvo nada que ver con el
asesinato de su hija pero igualmente Stan decide vigilarlo.
Al mismo tiempo es informado del suicidio de Belko y
va a recoger su cuerpo pero se entera que Janek ya se lo había llevado lo cual
genera un encuentro no del todo agradable entre estos dos.
A todo esto, en algún momento, Holder, medio disculpándose,
le dice a Linden que pensaba que la foto incriminatorio de Richmond era real, y
que confió en la gente equivocada. Ella, por supuesto, no dice nada.
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